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Una opción muy adoptada en los países centroamericanos, muchos de ellos preparados para recibir decenas de contrayentes año a año, son las bodas a orillas del mar.
Esta parece ser una idea bastante alegre e informal, especialmente para los meses de mayor calor.
La propuesta se basa en aprovechar el paisaje natural. Para ello se recomienda planear la misma en horas del amanecer o del atardecer. Este consejo se apoya en el espectáculo cromático que ofrece el escenario en ese tiempo. Los colores de la arena y el mar se tiñen de un cálido rojizo, que despierta más de un suspiro.
Este tipo de bodas, debes prever tanto para los novios como para los invitados, un atuendo acorde. Nadie querría ingresar a la playa sobre tacones y plataforma.
Por ello se sugiere optar por una muda de ropa casual aunque no por ello menos elegante. Las damas pueden elegir soleros u vestidos claros y casuales. Hay una amplia variedad de este tipo de prendas, que conllevan un alto grado de elegancia.
Los hombres pueden optar por algún equipo de remera y pantalón de color claro, en algún género liviano y que aporte frescura, como por ejemplo la bambula o el algodón.
El calzado puede versar entre zapatillas de fiesta o sandalias chatas para ellas, y zapatillas claras para ellos.
Una mezcla equilibrada de naturaleza y majestuosidad, donde el único decorado necesario lo ofrece el entorno natural que desafían a las estructuras conocidas hasta el momento.
Fuente: boda click
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